Hoy el Illescas ha dado dos grandes pasos atrás: uno el caer derrotado ante un rival directo como el CD Móstoles, y el otro paso atrás en confirmarse como un equipo en retroceso evidente.
Hoy solo había una alternativa: ganar. Y aunque se diga por activa y por pasiva que los hados no estén de cara, la verdad es que el buen juego brilla por su ausencia.
El Móstoles le ha endosado 3 goles al equipo de Diego Caro que podían haber sido alguno más en un partido en el que los blancos como viene siendo habitual juegan descoordinados, e irreconocibles.
En otras crónicas hemos hablado de la irregularidad del equipo de Diego Caro, pero es que ya las tornas han cambiado y empieza a ser un equipo regular pero negativamente.
Los jugadores, que son los mismos que a principio de temporada ofrecían buenas sensaciones, se han ido diluyendo dentro de un equipo desorganizado y con «pocas ideas».
Hoy no han competido en «nada». En absolutamente nada. Y siguen siendo los mismos que en la primera vuelta ofrecían momentos de juego de alta calidad y competitividad.
Es posible que no manejen en positivo la ansiedad que parecen demostrar en los últimos partidos, pero lo que es cierto es que cada vez parecen más nerviosos y desquiciados. El lugar que ocupan en la tabla, los partidos que quedan y los rivales que se avecinan, ofrecen malos presagios para el equipo de Diego Caro.
El público presente en el municipal, hoy se marchaba antes de finalizar el partido con muy malas caras, unos de desilusión y otros de enfado. Una afición que siempre ha estado con su equipo desde el minuto uno, y que hoy cabizbaja se marchaba de la cancha haciéndose muchas preguntas.
