Se estima que una de cada seis personas tendrá un episodio de ICTUS a lo largo de su vida.
El Día Mundial del Ictus se celebra cada año el 29 de octubre. Este día tiene como objetivo crear conciencia sobre el ictus, un episodio cerebrovascular grave que ocurre cuando el flujo sanguíneo en una parte del cerebro se bloquea o se interrumpe.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el ictus como un síndrome consistente en el rápido desarrollo de signos clínicos secundarios a la alteración de la función cerebral focal (o global), con duración mayor o igual a 24 horas o que provoca la muerte, sin otra causa aparente que el origen vascular. En latín ictus significa ‘golpe’.
El ictus puede causar daños permanentes en el cerebro y es una de las principales causas de discapacidad y muerte en todo el mundo. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
– Entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, el brazo o la pierna, en uno o ambos lados del cuerpo y que aparece en forma repentina.
– Ocurrencia súbita de visión borrosa o reducción de la visión en uno o ambos ojos.
– Aparición brusca de mareos, pérdida del equilibrio o caídas sin explicaciones.
– Incapacidad repentina para comunicarse ya sea por dificultad para hablar o entender.
– Aparición súbita de dolor de cabeza, de gran intensidad y sin causa conocida.
Estos signos de alarma pueden durar sólo unos cuantos minutos y luego desaparecer, o pueden preceder a un Accidente Cerebrovascular de mayores consecuencias y requieren atención médica inmediata. Un Accidente Cerebrovascular es una emergencia médica.
Los factores de riesgo que propician el desarrollo de esta enfermedad son presión arterial alta, problemas cardíacos, diabetes, colesterol alto y tabaquismo, por lo que para evitar este riesgo se recomienda llevar un estilo de vida saludable.