Hoy, 31 de mayo, Castilla-La Mancha se viste de gala para conmemorar su Día, una jornada que no solo recuerda la constitución de las primeras Cortes regionales en 1983, sino que también rinde homenaje a la identidad, el patrimonio, la cultura y el carácter de una tierra única en el corazón de España.

Esta comunidad autónoma, compuesta por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo, es mucho más que un extenso territorio que combina llanuras infinitas con paisajes serranos: es el alma de muchas de las historias que definen nuestra nación. Desde los molinos de viento que enfrentó Don Quijote hasta las huellas de romanos, árabes y visigodos, Castilla-La Mancha guarda siglos de historia entre sus piedras.

En este día celebramos también a su gente: trabajadores del campo, artesanos, emprendedores, estudiantes y familias que, con esfuerzo diario, construyen una sociedad basada en la solidaridad, la tradición y el progreso. La gastronomía, el folclore, las fiestas populares y un rico legado literario —con Cervantes como embajador eterno— forman parte de un patrimonio que sigue vivo y en evolución.

El Día de Castilla-La Mancha es también una oportunidad para reflexionar sobre el presente y el futuro de la región. La innovación, la sostenibilidad, el turismo rural y el compromiso con el desarrollo equilibrado son hoy pilares esenciales para seguir avanzando sin perder las raíces que nos definen.

Hoy ondean con orgullo las banderas en los balcones, las calles se llenan de música y color, y cada rincón recuerda que Castilla-La Mancha no es solo un lugar en el mapa, sino un sentimiento que late con fuerza en quienes la habitan y en quienes la aman.

¡Feliz Día de Castilla-La Mancha!