Ahora hay que añadir la indignación con las administraciones por el servicio de salud
Es conocido en toda la localidad el abandono secular del Señorío de Illescas por parte del Ayuntamiento de la localidad: Calles sucias, ejércitos de cucarachas que se pasean por las calles de la zona, presencia de roedores, aceras en mal estado, pésimo servicio de transporte público, fuentes de agua que no funcionan, mobiliario público en mal estado, etc. Todo denunciado por los vecinos personalmente, presentando escritos, denunciando en plenos o a través de medios de comunicación y en redes sociales.
Y ahora la indignación es suprema en relación con la falta de atención médica en el consultorio del Señorío de Illescas. Ya fue denunciado en su día por la Plataforma de iniciativas Vecinales de Illescas con nulas acciones por parte de las administraciones, y ahora lo hace otra asociación: AESI (Asociación el Señorío Importa) ha vuelto a denunciar las ineficiencias sanitarias de la zona.
Para ello han presentado y dispuesto a la firma en change.org una petición disponible a la que se puede acceder y firmar desde ESTE ENLACE
La petición dice los siguiente:
«Las vecinas y vecinos del Señorío de Illescas y los soci@s de AESI, queremos trasladar públicamente nuestra profunda preocupación por la situación que viene arrastrando el ambulatorio del barrio. La calidad del servicio sanitario, lejos de mejorar, se ha deteriorado hasta niveles que consideramos inaceptables para una población en constante crecimiento y que necesita una atención digna y estable.
En la actualidad, la ausencia de profesionales fijos, especialmente en medicina de familia, provoca que los pacientes sean atendidos por médicos diferentes en prácticamente cada consulta. Esta rotación constante impide un seguimiento real de las historias clínicas, quebrando la continuidad asistencial que caracteriza a la atención primaria y que resulta esencial para la detección precoz y el adecuado control de patologías.
A esta situación se suma la insuficiente cobertura pediátrica, limitada actualmente a franjas parciales de mañana o tarde según el día de la semana. Las familias reclaman, con total fundamento, la presencia diaria de pediatría en ambos turnos y la garantía de sustituciones cuando la profesional titular se ausente por cualquier motivo. La población infantil del Señorío no deja de crecer, pero la atención sanitaria disponible no se ajusta a esta realidad.
Otro de los problemas más graves es la falta de servicio de urgencias en el propio centro, obligando a los usuarios, incluso en situaciones de necesidad inmediata, a desplazarse al casco urbano de Illescas. Esta carencia genera demoras injustificadas, situaciones de riesgo y una presión añadida al resto de servicios de salud del municipio.
A todo ello se añade la dificultad para obtener cita, los bloqueos de agendas, las cancelaciones repentinas y la sobrecarga de determinados profesionales que llegan a gestionar varias agendas de manera simultánea. Esto provoca esperas excesivas y una evidente pérdida de calidad en la atención.
Los ciudadanos del Señorío de Illescas y de Illescas alzamos la voz de forma conjunta para exigir:
– Profesionales estables en medicina de familia que permitan un seguimiento continuado y coherente de los pacientes.
– Cobertura pediátrica completa, con presencia diaria en turno de mañana y tarde, y las sustituciones necesarias.
– Servicio de urgencias operativo en el ambulatorio, evitando desplazamientos innecesarios y riesgos añadidos.
– Refuerzo de personal y recursos, garantizando citas accesibles y agendas realistas.
– Un compromiso firme y verificable por parte de las autoridades sanitarias para adaptar los servicios al crecimiento real del barrio.
El Señorío de Illescas ha experimentado un desarrollo demográfico extraordinario en los últimos años, pero los servicios sanitarios no han crecido al mismo ritmo. Esta descompensación es la raíz del problema y exige una respuesta inmediata.
Por todo ello, solicitamos a las administraciones competentes que actúen con urgencia y restablezcan un nivel asistencial acorde a las necesidades de la población. La salud no puede esperar. La calidad asistencial no es un privilegio: es un derecho.»
